Protestas contra redadas migrantes se extienden por Estados Unidos; represión continúa

Desde principios de junio, una ola de protestas se ha extendido por varias ciudades de Estados Unidos en respuesta a las redadas migrantes masivas ordenadas por el gobierno de Donald Trump . Los operativos, liderados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), han generado una fuerte reacción social, especialmente en comunidades latinas de ciudades como Los Ángeles, San Francisco, Chicago, Dallas, Boston y Nueva York.

En Los Ángeles (territorio declarado “santuario” de migrantes), epicentro de las movilizaciones, las protestas ya cumplieron cinco días consecutivos. Miles de personas han salido a las calles para manifestarse contra las redadas que se han concentrado en barrios predominantemente latinos.

La tensión ha escalado hasta el punto de que las autoridades federales han desplegado a más de 4 mil efectivos de la Guardia Nacional y un batallón de marines para contener las protestas, que en ocasiones han derivado en enfrentamientos con la policía, uso de gases lacrimógenos, balas de goma y granadas aturdidoras.

Las manifestaciones han dejado decenas de detenidos: solo en Los Ángeles, más de 160 personas han sido arrestadas durante el fin de semana, mientras que en San Francisco se reportaron al menos 154 detenciones en protestas que comenzaron pacíficas pero se tornaron violentas. Los manifestantes han bloqueado autopistas, incendiado vehículos y lanzado objetos.

Karen Bass, alcaldesa de Los Ángeles declaró toque de queda por los actos de vandalismo ocurridos durante las manifestaciones contra las redadas antimigrantes.

Las manifestaciones se registraron también en urbes com Atlanta. Las personas portaban pancartas con consignas como “Los inmigrantes son esenciales”, y “Ningún ser humano es ilegal”. Los reclamos de los manifestantes incluyen el fin de las redadas masivas, la liberación de detenidos y el cese del despliegue militar en las calles.

Asimismo las autoridades migratorias realizaron el martes una redada en una planta de producción cárnica de Omaha, Nebraska y se llevaron a decenas de trabajadores (ntre 75 y 80 detenidos) a bordo de autobuses, causando desconcierto entre los ejecutivos de la empresa que aseguran que habían seguido la ley. La redada ocurrió alrededor de las 9:00 de la mañana en Glenn Valley Foods, en el sur de Omaha.

La acción fue respondida con protestas de familiares de los arrestados y otros miembros de la comunidad, que en un momento dado trataron de impedir que partieran los vehículos de ICE con las personas detenidas.

Según medios locales como el diario Nebraska Examiner la operación desató el pánico en la región, lo que llevó a muchos comercios que emplean a inmigrantes en Nebraska a cerrar hoy sus puertas.

Las protestas se producen en medio de una intensificación de las acciones federales contra la inmigración indocumentada. La meta anunciada por las autoridades es alcanzar hasta 3 mil arrestos diarios, lo que ha provocado un aumento en las tensiones con estados gobernados por demócratas y organizaciones defensoras de derechos migrantes.

Cabe destacar que Trump amenazó con que los manifestantes en otros lugares serían reprimidos con “igual o mayor fuerza” que los de Los Ángeles.

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