No es Taxco: El Pueblo Mágico de Hidalgo para comprar oro y plata a buen precio

Cuando se habla de joyería en México, Taxco suele ser la primera referencia. Sin embargo, hay un Pueblo Mágico en el estado de Hidalgo que cada vez gana más terreno entre quienes buscan piezas de plata y oro auténticas, artesanales y a buen precio.

Se trata de Real del Monte, un destino con alma minera, donde la historia del metal precioso no solo se cuenta, sino que se trabaja a mano, todos los días.

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A solo 15 minutos de Pachuca, este pueblo ofrece una experiencia distinta. Aquí, la tradición minera se siente en sus calles, se observa en sus tiendas y se refleja en la calidad de las piezas que los joyeros locales elaboran.

Pulseras, dijes, anillos y collares se exhiben con orgullo, muchas veces con el metal en distintas graduaciones de pureza —desde el clásico 800 hasta el refinado 999—, lo que permite ajustarse a diferentes presupuestos sin sacrificar calidad ni diseño.

Real del Monte no es un pueblo cualquiera . Tiene una historia larga, profunda, ligada al trabajo en las minas desde tiempos coloniales. Aquí se vivió la primera huelga laboral de América y se jugó el primer partido de futbol en México.

Pero también fue aquí donde, en 1824, llegaron los mineros ingleses que cambiaron para siempre la fisonomía del lugar: Introdujeron nueva tecnología, construyeron casas al estilo europeo, trajeron sus tradiciones… y dejaron un legado.

Ese legado vive hoy en sus museos, en sus minas abiertas al público, y en eventos como el Festival de la Plata, que cada junio celebra la labor de quienes trabajan con este metal.

También es parte del Corredor de la Montaña, una ruta que conecta con pueblos vecinos como Huasca de Ocampo, Mineral del Chico y Omitlán, todos con una riqueza natural y cultural notable.

Más allá de la joyería, este pueblo es una joya en sí misma. Las calles empedradas, el aire fresco de montaña y la arquitectura que mezcla lo mexicano con lo inglés hacen que caminar por Real del Monte sea como recorrer una postal.

Entre sus lugares imperdibles está el Panteón Inglés, con sus lápidas verticales que parecen mirar al cielo, y el Museo del Paste, donde se cuenta cómo un pan británico terminó siendo símbolo gastronómico de Hidalgo.

También están la Mina La Dificultad, la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario y el Bosque del Hiloche, para quienes disfrutan de la naturaleza.

Y si se visita en octubre, no hay que perderse el Festival del Paste, donde panaderos locales e invitados del Reino Unido se reúnen para honrar una receta que, con los años, se volvió muy mexicana.

Real del Monte se encuentra a solo 15 minutos de Pachuca en carro y a poco más de dos horas desde la Ciudad de México (CDMX). El acceso más directo es por la carretera federal 105, que forma parte del Corredor de la Montaña.

También hay salidas frecuentes en autobús desde la Terminal del Norte (CDMX) hacia Pachuca, donde se puede tomar transporte local al pueblo . Ya sea en auto o en transporte público, el trayecto es escénico y muy disfrutable.

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