El próximo domingo 1 de junio, México vivirá un momento histórico con la primera elección judicial en la que los ciudadanos podrán elegir a jueces, ministros y magistrados.

Sin embargo, la reforma que dio pie a este proceso ha generado incertidumbre en distintos sectores, especialmente por la rapidez de su implementación y la falta de claridad en su estructura.

En entrevista con Leslie Jiménez, maestra en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se abordaron algunos de los principales desafíos que enfrenta el país tras esta transformación del Poder Judicial .

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Un nuevo paradigma en la justicia mexicana

Jiménez advierte que la implementación de esta reforma ha sido atropellada, con inconsistencias en su proceso; no obstante, prevé que traerá consigo "una nueva etapa del entendimiento de la justicia", distinta al modelo actual, el cual se basa en protocolos formales y carrera judicial.

Con la eliminación de este último elemento, los nuevos juzgadores tendrán una perspectiva distinta, "no buena ni mala", centrada en la popularidad y cercanía con la ciudadanía, lo que cambiará la forma en que se imparte justicia en el país.

Los cargos que estarán en juego durante la Elección Judicial

Tanto en 2025 como en 2027, el país vivirá sus primeras elecciones para reformar el Poder Judicial; sin embargo, durante este año se votarán los siguientes cargos :

  • Nueve ministras y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
  • Dos magistraturas de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
  • 15 magistraturas de las Salas Regionales del TEPJF.
  • Cinco integrantes del Tribunal de Disciplina Judicial.
  • 464 cargos en las Magistraturas de Circuito.
  • 386 cargos de personas Juzgadoras de Distrito.

¿Estaba México preparado para este cambio?

Con la siguiente información y notando que es una elección grande, la especialista señala que, aunque la reforma prevé dos etapas de transformación (2024 y 2027), el país no estaba listo para afrontar una modificación tan profunda del sistema judicial.

"Desde el inicio, los legisladores no tenían claridad sobre lo que votaron ni sobre lo que quedó en el texto constitucional", comenta, lo que ha generado confusión en las leyes secundarias y en la organización de los Comités Evaluadores.

Esta falta de preparación no solo afecta la infraestructura judicial, sino que también representa un cambio paradigmático en la impartición de justicia.

En opinión de Jiménez, un enfoque progresivo y paulatino podría haber facilitado la transición y evitado algunas de las complicaciones actuales, especialmente con el cambio directo que representa para los empleados y la ciudadanía en general.

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El futuro de los abogados y el estudio del Derecho

Con este cambio, el ejercicio del Derecho en México también enfrenta una transformación. La maestra en Derecho destaca que los abogados, así como las universidades, deben reconfigurar la manera en que se enseña y aprende la materia.

"Ya no podemos seguir teniendo abogados con una mirada muy formal. Ahora se requiere una reconfiguración en la forma de entender el Derecho y la Justicia, incluso en relación con la política", señala.

La elección del 1 de junio marcará el inicio de esta nueva era para la justicia mexicana; no obstante, las dudas sobre su implementación, la preparación de los nuevos jueces y los efectos en la estructura del Estado mexicano siguen latentes.

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