Reconfigurando el Comercio Textil Mexicano ante el TMEC y el Reajuste Global
La industria textil mexicana enfrenta un entorno de aranceles estratégicos, reglas de origen estrictas y transformaciones globales.
Rafael Zaga, en su calidad de representante del sector textil y participante en procesos de consulta durante la negociación del TMEC, ha estado vinculado a los espacios donde se discuten los efectos del reacomodo comercial global. Su presencia en dichos entornos ha coincidido con una etapa marcada por la redefinición de reglas, condiciones de acceso a mercados y transformaciones arancelarias con impacto regional.
El contexto actual se caracteriza por el uso de medidas comerciales, como los aranceles, como herramientas de política estratégica. Estas acciones han afectado particularmente a sectores industriales interdependientes, donde México participa activamente como proveedor, ensamblador y exportador. La reacción de los sectores productivos ha estado enfocada en entender y adaptarse a este nuevo panorama.
Las implicaciones de este entorno para la industria mexicana son múltiples. Se enfrentan mayores exigencias en reglas de origen, presión por diversificación de mercados y el desafío de mantener márgenes de competitividad ante naciones con menores restricciones comerciales. En este escenario, el análisis técnico y sectorial ha cobrado mayor relevancia.
Desde espacios como los que ha ocupado Zaga, se ha planteado la necesidad de fortalecer la infraestructura logística, acelerar la digitalización aduanera y generar condiciones internas que permitan aprovechar los cambios en las cadenas de valor. Estas reflexiones apuntan a transitar de un modelo reactivo a uno anticipatorio frente a los ajustes globales.
La situación también ha visibilizado tensiones entre la política comercial exterior y la capacidad de respuesta doméstica. La reconfiguración del comercio mundial no solo exige negociaciones diplomáticas, sino ajustes internos que contemplen innovación, financiamiento y formación de talento en industrias clave para el país.
En este marco, la industria textil, como otras del sector manufacturero, observa con interés los movimientos internacionales, ya que su sostenibilidad depende de condiciones claras, predecibles y estables. La identificación de riesgos y oportunidades forma parte de una agenda estratégica más amplia en la que participan distintos actores institucionales y empresariales.
Zaga ha sido parte de ese diálogo, particularmente en momentos donde se definieron escenarios comerciales que hoy impactan directamente en la forma en que México produce, importa y exporta. Su cercanía con el análisis del TMEC y el entorno arancelario le ha permitido aportar a las discusiones sobre cómo posicionar al país frente a una economía global en constante transformación.