México se está consolidando como una potencia exportadora, ocupando el décimo lugar a nivel mundial. El año pasado, las exportaciones cerraron con una cifra récord de 617 mil millones de dólares, y se espera que este año también establezca récords.
El mercado norteamericano sigue siendo una oportunidad crucial para las empresas mexicanas, especialmente en sectores como automóviles, autopartes, componentes electrónicos y celulares, debido al acuerdo de libre comercio que permite la exportación sin aranceles. No obstante, COMCE promueve activamente la diversificación de mercados, identificando grandes oportunidades en la Unión Europea (con acceso a 500 millones de consumidores y un tratado de libre comercio), Brasil, Guatemala y Colombia, entre otros países de América Latina.
Sobre la dependencia de insumos asiáticos, China es el segundo país del que más insumos importa México (20%), una proporción similar a la de Estados Unidos. Un “divorcio” completo de China no es viable a corto plazo. En cambio, México y Estados Unidos buscan una estrategia regional en Norteamérica para contrarrestar el peso de China y combatir prácticas desleales de manera conjunta.
El acceso al crédito es una limitante fundamental para que las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) accedan a la exportación o se sumen a las cadenas de proveeduría. COMCE apoya activamente el “Plan México”, el cual busca vincular a las PyMEs con programas de crédito de la banca de desarrollo y privada para aumentar su competitividad y productividad.
Con respecto a la próxima revisión del T-MEC, programada para el 1 de julio de 2026, COMCE participa activamente en el “Cuarto de Junto”. Se enfatiza que el T-MEC beneficia a los tres países, generando empleo y crecimiento manufacturero también en Estados Unidos.
El programa “Hecho en México” es crucial para reflejar la calidad de los productos nacionales y aumentar el contenido nacional, tanto para el consumo interno como para las exportaciones. Esta iniciativa, junto con la sustitución de importaciones, busca fortalecer la industria nacional y beneficia al T-MEC al incrementar el contenido regional, lo que facilita las exportaciones libres de aranceles a Estados Unidos.